“La ambición
desmedida siempre termina en la pérdida de algo”
La avaricia es el
afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posiciones u objetos de
valor abstracto con la intención de atesorarlos para uno mismo sin poder auto
limitarse ante distintas situaciones. Estos actos han ido transcurriendo y
evolucionando desde la aparición del hombre, causando daños irreparables a
nivel social y ambiental. Está evolución es la que se verá reflejada en la
siguiente historia.
Con el transcurso del tiempo y de la historia se
reflejan hechos donde muchas personas sostienen la “avaricia” o “ambición” con
un fin positivo. Sin embargo, en mi concepto, estas palabras abarcan distintos
tipos de ambición, una de las cuales, a causa de poseer riquezas han llegado a
dejar graves consecuencias, tales como, pérdida de millones de personas, o en
la actualidad con respecto a la extracción de minerales a cielo abierto,
generando un alto nivel de contaminación en el planeta.
Uno de los hechos mas trascendentes de la
historia en donde la codicia y la ambición le costó la vida a gran cantidad de
personas, fue tras el “Descubrimiento de América”. Hace aproximadamente
seiscientos años. Fue una hazaña y su conquista estuvo impulsada por tres
motivos fundamentales: Oro, gloria y evangelio. Historiadores de esa época
estiman que había alrededor de trescientos mil indígenas cuando Colón llegó,
pero con el paso del tiempo se habían encargado de reducir esa población a
sesenta mil indígenas.
“Justo en la noche del 12 de octubre de
1942 se dio el grito de tierra, y la historia de Europa y de América cambiaron
de manera irreversible”
Con el paso de la historia, los navegantes
escribían su “experiencia” al descubrir nuevas tierras, uno de los cuales fue
el “Diario a bordo”, escrito por Cristóbal Colón. Allí, los navegantes solían
describir detalladamente su conquista.
“Luegos vieron gente denuda” “Puestos
en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas frutas de diversas maneras” “Luego se
ayuntó allí mucha gente en la isla”.
Así fue como Colon redactó en su diario. El mismo
presenta errores ortográficos y gramaticales ya que la gramática fue creada en
el año 1942, después del descubrimiento.
Pero, en su diario se puede leer los daños físicos
y psicológicos que le causaron a estas personas, debido a la ambición de poseer
riquezas, fundar nuevas ciudades y difundir la fe católica.
“Todos los hombres y mugeres y
criaturas huyeron, desembarcando las casas con todo lo que tenían” “Primero
destruyeron y despoblaron, comenzando por las mujeres e hijos para servirse y
comerles sus comidas” “Los cristianos dábanles de bofetadas de bofetadas y
puñadas y de palos” “Un capitán cristiano le violó por fuerza a su propia
mujer”.
No solo Colón, sino un grupo de diferentes
navegantes relataban su conquista llena de violencia, crueldad, agresión y
sobre todo arrebatamiento de sus tierras, vidas, riquezas que obtuvieron con
mucho trabajo y esfuerzo, para que tan solo en un par de días los españoles o
“hombres blancos” les saquearan y arrebataran sus pertenencias, dejando un gran
dolor y desconsuelo por el resto de sus vidas.
Por otro lado, en la actualidad, el planeta se ve
muy perjudicado y contaminado por diferentes causas provocadas por el hombre.
Una de ellas es la “extracción de metales que se produce en varias minas a
cielo abierto a lo ancho y a lo largo de la Argentina”. ¿Alguna vez reflexionaron
sobre el daño que causa la vida humana en al ambiente?
Un grupo de personas que participan de las
protestas contra la explotación minera a cielo abierto afirman que: “Podemos
vivir sin oro, pero no podemos vivir sin agua”. ¿Qué se puede analizar
en esa frase?
El planeta tierra es la única “casa” en donde
habitan más de diez millones de seres humanos. De su naturaleza se apoderan,
tanto el hombre como las plantas y animales. Pero a lo largo de la historia,
las distintas “culturas” han aprendido no solo a convivir con la naturaleza,
sino también a transformarla en medios para su subsistencia e instrumentos para
su desarrollo humano, científico y técnico. Esta acción depredadora sobre la
extracción de oro con cianuro, llevan altos impactos ambientales.
Dada la toxicidad y reactividad natural del cianuro
se han documentado los efectos perjudiciales en los peces, la vida silvestre y
los humanos. A medida que los yacimientos se agotan es necesario usar métodos
más agresivos y destructivos, como el agotamiento de caudales y desviando
cursos en ríos.
La gran contaminación generada por este tipo de
minería es capaz de permanecer en el ambiente por los siglos y de difundirse
sin control a través de las aguas subterráneas.
Y así es, como el hombre no puede controlar sus
propias actitudes para la adquisición de capital, dinero, patrimonio,
provocando devastación y explotación del planeta en el que habitamos.
El compromiso de cuidar nuestro planeta Tierra nos
invita a buscar todos los medios posibles para mitigar los impactos sociales y
ambientales. En lo personal, la avaricia provoca que las personas estén fuera
de control y no logren captar los verdaderos intereses en su vida. Frente a
esto podemos reflexionar sobre el refrán: “La avaricia rompe el saco”,
es el ansia de querer más, no conformarse con nada y arriesgarse a conseguir
mejores cosas. En conclusión, la ambición y la avaricia son un exceso y todo
exceso es malo.
Por último, es importante aclarar los siguientes
conceptos:
“La ambición es el sentimiento de
obtener o querer poseer algo, mientras que la avaricia es el sentimiento de
querer todo para uno mismo, incluyendo lo de otras personas.”
Jazmín Battiston
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